Factores que provocan patas de gallo en jóvenes
Si tienes patas de gallo y no pasas de los treinta puede ser que su causa se deba a un cuidado facial insuficiente de la zona o el exceso de radiación solar, que pueden deshidratar la piel en exceso.
Sin embargo, la aparición prematura de estas arrugas también puede estar relacionada con otras causas, como el estilo de vida o desajustes hormonales.
Veamos qué factores determinan la aparición de patas de gallo en jóvenes.
No cuidar la piel
La piel del contorno de los ojos es la más fina del rostro, a parte de que esta sometida a miles de expresiones y gesticulaciones diarias, debido a los mecanismos de movimiento de los ojos, como los parpadeos.
Si no se cuida con productos específicos para la zona, la piel se seca con facilidad y aparecen pequeñas líneas que, poco a poco, van formando surcos más profundos, formando las patas de gallo prematuras, que luego son más difíciles de eliminar una vez han hecho ya acto de presencia (1).
Lectura recomendada: ¿Cómo reducir las patas de gallo?
Acción del sol y los agentes externos
Como el resto de la piel del rostro, los ojos están muy expuestos a los agentes externos, como la polución y la contaminación, que merman esta delicada piel.
Pero sobre todo, el gran problema es la constante exposición al sol, no solo en verano, sino cada día del año que pasamos en el exterior sin la protección adecuada.
El hábito de fumar
Fumar no solo es perjudicial para los pulmones, sino para el resto del organismo, incluida la piel. El humo del tabaco resta oxígeno a la piel, lo que provoca la descomposición del colágeno y la elastina, y la ralentización de la regeneración natural (3).
En este sentido, fumar no solo favorece la aparición prematura de patas de gallo, sino que también provoca que la textura de la piel se muestre apagada, engrosada y con menos luminosidad a los movimientos.
Cambios hormonales
Algunos desajustes hormonales, sobre todo en los niveles de estrógeno en las mujeres, pueden acelerar el proceso de envejecimiento, ya que está hormona se encarga de regular los niveles de hidratación de la piel y la producción de colágeno (4).
Estilo de vida
Dormir pocas horas, sufrir picos de estrés continuos o llevar una dieta desequilibrada, rica en alimentos procesados, azúcares y harinas refinadas, también puede acelerar la aparición de las patas de gallo en edades tempranas.
Además, beber poca agua también puede hacer que la zona se deshidrate más fácilmente y hagan acto de presencia las líneas de expresión.
Por eso es tan importante hidratarte también por dentro y beber un mínimo de dos litros de agua al día.
Patas de gallo a los 20
¿Tienes patas de gallo y no pasas de los 20 o los 25 años?
Aunque esta situación no es habitual, si puede darse en algunos casos.
Pero en otros casos, las patas de gallo a los 20 años pueden ser un síntoma más preocupante y que no mucha gente sabe. La piel, como órgano más extenso del cuerpo, también actúa revelándote qué puede funcionar bien o no en tu interior.
En concreto, las patas de gallo a los 20 años pueden ser una señal del un mal funcionamiento del hígado (5).
Para prevenir estos problemas hepáticos y, como consecuencia, las patas de gallo en jóvenes, es importante adoptar una rutina saludable, no fumar y reducir el consumo de alcohol y bebidas azucaradas, alimentos que saturan los procesos de desintoxicación del hígado.
Además, también es importante empezar a cuidar el contorno de los ojos a los 20 años para evitar las patas de gallo, estén o no relacionadas con este órgano. Es importante usar un contorno de ojos hidratante día y noche, que mantenga la zona hidratada y prevenga la formación de arrugas.
En el exterior es importante usar gafas de sol y, sobre todo, proteger la zona con protector solar, tanto en invierno como en verano.
Patas de gallo a los 30
A diferencia de lo que pasa a los 20, la aparición de las patas de gallo a los 30 años no es un hecho tan aislado, sobre todo si no sigues una rutina cosmética adecuada a su prevención.
Esto hace que esta sea más sensible a la aparición de arrugas, ya que la piel tiene más tendencia a la sequedad.
En esta edad es básico adoptar una rutina preventiva antes estas primeras arrugas, con principios activos muy hidratantes que retrasen al máximo su aparición, como el ácido hialurónico.
Patas de gallo a los 40
A los 40 años la disminución de colágeno y elastina se acelera de manera drástica y desciende más y más cada año, lo que comporta que los signos de la edad sean mucho más visibles, así como la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel.
A esta edad es recomendable incorporar a tu rutina de cuidado del contorno de los ojos principios activos correctores de las arrugas, que nos solo ayuden a prevenirlas, sino que también corrijan las ya existentes.
En este sentido, un contorno con activos como el retinol o los factores de crecimiento epidérmico te ayudarán a alisar la profundidad de las patas de gallo y evitarán que su aspecto empeore.